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martes, 26 de noviembre de 2013

ONCE TV México Social - Violencia contra las mujeres (26/11/2013)

Mario Luis Fuentes dialoga con sus invitados sobre la violencia contra las mujeres y sus diferentes modalidades.

lunes, 25 de noviembre de 2013

Democracia y bienestar

 
Los resultados de los estudios demoscópicos en torno a la confianza y nivel de satisfacción que tiene la población respecto de la democracia, muestran que hay un descontento generalizado con los resultados que han tenido en la última década los gobiernos legítimamente electos.
Uno de estos estudios es el reporte Latinobarómetro, en el cual se consigna que en nuestro país únicamente 37% de los ciudadanos prefiere a un gobierno democrático sobre uno autoritario; con el mismo porcentaje se encuentran quienes sostienen que les da lo mismo el tipo de gobierno, y en el orden de 25% están las personas que preferirían un gobierno autoritario.
Si se analizan estos datos a la luz de los resultados de la serie de la Encuesta Nacional de Cultura y Prácticas Democráticas (ENCUP), lo que se puede agregar es que las personas en general estarían dispuestas a ceder algunas de sus libertades a cambio de mayores niveles de bienestar.
Los datos son preocupantes porque revelan que en México la construcción de un sistema electoral sólido, con competencia política real entre los partidos y con una relativa equidad en las condiciones en que se desarrollan los comicios, no ha logrado traducirse en la generación de un nuevo orden institucional, capaz de fortalecer al Estado y a sus instituciones, con el objetivo de distribuir la riqueza y garantizar mayor bienestar para todos.
Si algo está haciendo falta en nuestro país es que los partidos políticos, independientemente de su orientación ideológica, desarrollen plataformas electorales, así como procesos de capacitación y formación de sus cuadros, con el propósito de que al momento en que llegan a cargos de representación popular, o a responsabilidades legislativas o de la administración pública, actúen siempre con irrestricto apego al orden constitucional.
La cuestión es mayor, pues no podemos hablar de un régimen consolidado en democracia si la disputa legal por el poder político no tiene como correlativa la construcción de un diálogo fecundo, capaz de poner como prioridad en la discusión nacional la construcción de un Estado que dé cumplimiento pleno al artículo 1º constitucional.
Lo anterior significa, entonces, que deben diseñarse nuevas reglas para el diálogo público que puedan conducir a una nueva generación de reglas de consenso, a fin de evitar que el debate y la construcción de acuerdos para el desarrollo y la justicia social dependa siempre de la existencia de “coyunturas favorables”.
Debemos estar conscientes de que en los últimos diez años ha habido un acelerado deterioro en los niveles de satisfacción con la democracia y con las instituciones responsables de darle viabilidad política, económica y social; por ello, si algo nos está haciendo falta es incorporar a la agenda de las reformas urgentes todos aquellos temas relativos a la cuestión social.
De algún modo, desde hace ya varios meses se ha dejado atrás el debate que se perfiló durante las campañas políticas de 2012, consistente en preguntarnos cuestiones de fondo, relativas a cómo gobernar mejor a la globalización; cómo construir más Estado y cómo regular adecuadamente a los mercados.
Estos son temas a los que no puede dárseles la espalda, porque si bien hasta ahora se han construido acuerdos para impulsar importantes reformas, éstas no serán suficientes si no logramos que se traduzcan en la base para la refundación de un nuevo estado democrático para la equidad.

martes, 19 de noviembre de 2013

ONCE TV México Social - Migración (19/11/2013)

Mario Luis Fuentes dialoga con el Dr. Tonatiuh Guillén López, Presidente del COLEF, A.C. acerca de las principales causas por las que los mexicanos deciden emigrar del país o estados de origen, en busca de mejores condiciones de vida.

lunes, 18 de noviembre de 2013

“Estamos en México”

 
Prácticamente todas las noches y en todas las ciudades, grandes o pequeñas, de todo el país, se observa afuera de bares y los llamados antros, a decenas de jóvenes tratando de ingresar. Es claro que muchos de ellos son menores de edad, adolescentes que desde los 14 años se aventuran a ingresar a establecimientos donde está prohibida su entrada. Sin embargo, a pesar de existir restricciones expresas, ellos saben que si dan la cantidad de dinero solicitada, van a entrar sin problema.
Es sabido que miles de jóvenes logran adquirir credenciales de elector apócrifas y que, dependiendo de la calidad de las mismas, pueden conseguirse desde 500 pesos hasta los mil 500 pesos. Es evidente que su único propósito es tener acceso al mundo de la diversión y asumen que el lograr ingresar a los antros, bien vale la inversión realizada.
Al respecto, entre las cuestiones más preocupantes en estas acciones, se encuentra el hecho de que, al cuestionar a estos jóvenes tratando de hacerles ver que están llevando a cabo acciones que son incluso ilegales, la respuesta es simple: “¿Cuál es el problema, si estamos en México y aquí todo se puede comprar?”. De manera lamentable, las y los jóvenes están aprendiendo que cuando las autoridades hacen operativos a la entrada de algunos de estos establecimientos, es cuestión de esperar el tiempo justo para que se retiren y poder entrar. Saben también que los supervisores del gobierno, en el nivel que sea, sólo aparentan la verificación del cumplimiento de la norma; y a la vez saben que los dueños de los negocios “ya están arreglados” con la autoridad para venderles prácticamente de todo, independientemente de su edad.
Uno de los mayores dramas que estamos construyendo se encuentra en la realidad de que la corrupción y el incumplimiento de las leyes son prácticas “naturalizadas” entre las nuevas generaciones. Así, la corrosiva convicción de que en México, “el que no transa no avanza”, se reproduce generacionalmente ante nuestra incapacidad de establecer una vida respetuosa de la Constitución y del orden jurídico que como país nos hemos dado.
Al asumir que el dinero y el poder per se son las metas mejor valoradas socialmente, la convicción de que las prácticas corruptas son válidas, se alimenta adicionalmente con los relatos periodísticos de todos los días, en los que se muestra a numerosos funcionarios y empresarios, quienes representan a la transa y la compra de voluntades como el mejor modelo de innovación empresarial.
Mientras todo esto ocurre, las estadísticas nos muestran que la edad promedio de inicio de consumo de alcohol es cada vez menor y que el número de defunciones por enfermedad alcohólica del hígado ha llegado a un récord histórico de 13 mil 164 personas en el 2011, al tiempo de que más de 55 mil personas —en su mayoría jóvenes— son atendidas por intoxicación aguda por alcohol.
Lo lamentable es que la mayor parte de estas defunciones pudieron evitarse. Por ello es urgente que todas las autoridades, principalmente las presidencias municipales y las autoridades delegacionales en el DF, actúen para detener tanto daño. Esto, porque estamos hablando no sólo de la mortalidad por accidentes y la violencia asociada al alcohol, sino de la destrucción de la ciudadanía que están promoviendo, al enseñar a las y los jóvenes que la corrupción es un elemento inherente a vivir en México.
                *Director del CEIDAS, A.C.

martes, 12 de noviembre de 2013

ONCE TV México Social - Determinantes sociales de la salud (12/11/2013)

El sector salud en México genera alrededor del 5.6% del PIB nacional; un indicador lejos del promedio de la OECD, el cual se sitúa en 9.3%; en números absolutos, se estima que se generan más de 808 mil millones de pesos anuales, de los cuales, alrededor de 200 mil millones son aportados por los hogares; ahí la distribución de tareas es injusta, pues de cada 100 pesos que se aportan para la atención y cuidado de la salud, 73 son generados por las mujeres.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Malestar


El malestar se extiende en el país. Poblaciones enfurecidas queman edificios públicos, y a su paso destruyen patrullas y comercios. En múltiples localidades, ante la criminalidad creciente, los vecinos enardecidos atrapan a presuntos delincuentes e intentan lincharlos. Cada vez es más común ver cómo las poblaciones estallan ante los más diversos motivos. No es sólo ya el abatimiento individual que provoca la desigualdad y su expresión en pobreza y agudos procesos de exclusión, sino complejos procesos colectivos de “violencia instantánea”. Su germen se encuentra muy probablemente en largas historias y procesos de descomposición institucional, en que las autoridades han sido omisas de sus responsabilidades, o en donde han mostrado la doble cara de corrupción y violencia injustificada. Ante ello, sólo se requiere un detonante, aun en apariencia insignificante, para que el malestar individual estalle y se transforme en furia pública. Ante la desesperanza social, las áreas de comunicación de lo social en los distintos órdenes de gobierno, batallan para dar certezas mínimas en torno a los avances conseguidos o en proceso. Sin embargo, día a día, la realidad les impone severos límites pues, apenas se anuncia la apertura de nuevos servicios o el inicio de una nueva obra, las notas sobre violencia, abusos o corrupción hacen palidecer a casi cualquier logro gubernamental. Frente a la magnitud de los problemas, de manera preocupante la República se mueve apenas inercialmente; cada entidad, cada municipio, avanzan y actúan en sus propios tiempos, sin asumir que el país requiere de la acción coordinada y concertada de todos los actores públicos. Por su parte, gobernadores y presidentes municipales tratan de mantenerse visibles, llegando al exceso de colmar sus oficinas con los personajes públicos de ocasión; gastando sumas injustificables en inserciones de todo tipo y pagando despliegues mediáticos injustificables al momento de presumir sus informes de gobierno. No obstante, el malestar sigue ahí. El enojo no cede. Y en medio de todo, grupos de presión encabezados por algunos grupos empresariales y sumando a grupos de la más diversa índole, toman como bandera el rechazo a la reforma fiscal, generando confusión pública y mostrando que la comunicación oficial no ha logrado todavía transmitir la legitimidad de las medidas ni lo que se busca afanosamente llevar a cabo para mejorar las condiciones en el país. A esto se suman las imágenes de Michoacán y Tamaulipas, que nos muestran la magnitud de la disputa por los territorios. Ciudades como Matamoros y Lázaro Cárdenas son tomadas por las Fuerzas Armadas para tratar de dar espacio a las poblaciones que se encuentran asoladas por la delincuencia; pero antes fueron Ciudad Juárez, Torreón, Tijuana… y la pregunta que ronda en el aire es: ¿cuáles van a seguir? Está a punto de cumplirse el primer año de la presente administración. Ante ello, el jefe del Estado, con la experiencia acumulada en estos primeros 12 meses de su gobierno, se encuentra ante la posibilidad de profundizar su análisis y diagnóstico, a fin de darle cauce y sentido a todo lo que se ha anunciado y puesto en marcha. Minimizar el malestar social que se percibe constituye un riesgo de dimensiones considerables; por el contrario, reconocerlo y actuar en consecuencia podrá darle sentido y cohesión al esfuerzo público, así como trazar una ruta compartida, por toda la República, a fin de reducir y atemperar las complejas causas que están impulsando este sentimiento.

jueves, 7 de noviembre de 2013

TABLA SOBRE LA INICIATIVA QUE REFORMA LA LEY GENERAL PARA PREVENIR, SANCIONAR Y ERRADICAR LOS DELITOS EN MATERIA DE TRATA DE PERSONAS Y PARA LA PROTECCIÓN Y ASISTENCIA A LAS VÍCTIMAS DE ESTOS DELITOS




Este documento fue elaborado por el Centro de Estudios e Investigación en Desarrollo y Asistencia Social (CEIDAS A.C.), con el objetivo de hacer visibles las posiciones que existen a favor y en contra de modificar la ley general vigente en materia de trata de personas y lo hemos elaborado con la finalidad de contribuir a promover un diálogo que permita fortalecer el marco jurídico pero también las acciones que se realizan contra la trata de personas.

Conforme a ello se reflexiona sobre la ley vigente y la iniciativa que propone reformarla, a partir de reconocer que su discusión no sólo debe ser en el ámbito jurídico y que debe recoger la experiencia que se ha alcanzado durante este tiempo, así como lo que se ha realizado en las entidades federativas.

Este documento de trabajo recoge las reflexiones que se han expresado hasta el lunes 4 de noviembre y seguirá actualizándose conforme al análisis y revisión que surjan en relación a la ley y podrán encontrarlo en la página de  CEIDAS http://ceidas.org/;  ARISTEGUI NOTICIAS, http://aristeguinoticias.com y en mi BLOG http://marioluisfuentes.blogspot.mx

Seguimos,

Mario Luis Fuentes

martes, 5 de noviembre de 2013

ONCE TV México Social- Oportunidades: los retos de la política social

La Encuesta Nacional de Gasto en los Hogares, 2012, en México hay 30.3 millones de hogares, de los cuales, 8.57 millones son jefaturados por mujeres. En promedio, los hogares mexicanos destinan alrededor del 25% de su gasto cotidiano a la compra de alimentos; 20% es dirigido a los gastos de la vivienda como la renta, agua, electricidad y gas; mientras que el 13% se destina a los gastos de transporte.


Ingresos precarios en hogares 05-11-2013


En esta ocasión el Mtro. Mario Luis Fuentes dialoga con Pedro Ferriz de Con sobre los datos que arroja la ENGASTO 2012, que dejan de manifiesto la desigualdad que persiste en México.



lunes, 4 de noviembre de 2013

El gasto y la inequidad en México


Las capacidades de consumo de las mujeres están mucho más limitadas debido a las condiciones de inequidad salarial estructural que persisten en el país.
Nuestra demografía se caracteriza por una profunda complejidad; todos los años hay millones de nacimientos y defunciones; millones de matrimonios y divorcios;  millones de personas que cambian de residencia, y cientos de miles que emigran, principalmente hacia Estados Unidos de América.
Esta intensa dinámica demográfica debe ser vista de manera simultánea con los fenómenos de mayor envergadura: la violencia, y en particular la violencia contra mujeres, niñas, niños y adolescentes; la desestructuración del mundo del trabajo; el empobrecimiento masivo de la población, así como múltiples procesos de exclusión social.
Quizás uno de los indicadores que en mayor medida permiten mostrar la complejidad que intenta perfilarse aquí, es el relativo a la composición y estructura de los hogares, en los cuales se sintetizan y se expresan los mayores dilemas sociales que estamos enfrentando.
En esa lógica, es interesante observar los resultados de la Encuesta Nacional de Gasto en los Hogares (Engasto, 2012), en la cual se destaca que en el país hay 30.3 millones de hogares, cifra muy superior a los 28 millones que se contabilizaron en el censo de 2010.
Sobre el dato mencionado, el INEGI estima que hay 21.8 millones de hogares en los que el principal proveedor económico es un hombre —generalmente el padre de familia—; en contraste, hay 8.57 millones de hogares en los cuales la principal aportante económica es una mujer.
Las cifras señaladas implican que 28.2% de los hogares en México tienen como principal proveedor económico a una mujer. Al respecto, es importante hacer notar que en estos hogares se encuentran agrupados 28.8 millones de personas; en ellos, la edad promedio de la jefa del hogar es de 48.8 años, en contraste con lo que ocurre con los hogares con jefatura masculina, en los cuales el promedio de edad del principal proveedor es de 45 años.
Es pertinente subrayar que los hogares en los que el principal proveedor económico es un hombre, continúan teniendo, en promedio, mayores capacidades de consumo respecto de los niveles registrados en aquellos en los que las mujeres son la principal proveedora de recursos económicos.
En efecto, de acuerdo con los datos del INEGI recopilados a través de la Engasto, las erogaciones anuales de los hogares en los que los hombres son el principal proveedor, ascienden a 150 mil 340 pesos; en contraste, los hogares en los que las principales proveedoras económicas son las mujeres, el consumo anual registrado suma 137 mil 379 pesos.
Aunque hay quienes podrían argumentar que el número de integrantes en los hogares jefaturados por mujeres es menor, y que por lo tanto el consumo per cápita sería superior, no es menos cierto también que las capacidades de consumo de las mujeres están mucho más limitadas debido a las condiciones de inequidad salarial estructural que persisten en el país, así como los menores niveles de acceso a la seguridad social y servicios de salud.
Desconocer la dinámica de las estructuras y relaciones que se construyen al interior de los hogares implica un grave error conceptual, pero también severas limitaciones para el adecuado diseño de las políticas públicas, porque sólo en la medida en que podamos implementar acciones capaces de garantizar el pleno cumplimiento de los derechos de las personas y de sus familias, tendremos la posibilidad de transitar —y de darle viabilidad— hacia un nuevo Estado de bienestar.
        *Director del CEIDAS, A.C.
            Twitter: @Ml_fuentes